Miami, 4 nov (EFE).- Los hispanos en Estados Unidos prefieren votar a los demócratas a pesar de su frustración con Barack Obama por la falta de una reforma migratoria y mantienen un 34 % de apoyo al partido del Gobierno frente al 16 % que opta por los republicanos, según un último sondeo divulgado en plena jornada electoral.
Cerca de 25 millones de hispanos pueden ejercer hoy su derecho al voto en los comicios legislativos y decantar la crucial batalla en el Senado de Estados Unidos, pero menos de 8 millones se acercarán finalmente a las urnas haciendo gala de la tradicional abstención que les caracteriza en las elecciones de medio término.
Según una gran encuesta realizada en vísperas electorales a cerca de cinco mil votantes de origen latino en estados clave como Arizona, California, Colorado, Florida, Georgia, Illinois, Kansas, Nevada, Carolina del Norte y Texas, para una amplia mayoría (67 %) el tema migratorio ha sido fundamental en su decisión.
La encuesta fue elaborada por Latino Decisions en colaboración con la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (NALEO), America’s Voice, Latino Victory Project, National Council of La Raza (NCLR), AFL-CIO, Mi Familia Vota y People For the American Way.
«Nuestra comunidad ha hablado alto y claro. La inmigración es el tema más importante para nuestra comunidad y sin importar el resultado de la elección, no importa qué partido controlará el Congreso durante los próximos dos años, los políticos han de abordar la reforma migratoria», dijo el director ejecutivo de Mi Familia Vota, Ben Monterroso, en un comunicado.
Monterroso consideró que el Congreso «necesita hacer su trabajo y llegar a una solución constructiva y de largo plazo» y apuntó que la «inmigración va a ser un gran problema en las elecciones presidenciales de 2016 si los políticos no hacen lo correcto por los votantes latinos y muestran algo de respeto por las cuestiones que son importantes» para ellos.
Según la encuesta, el 45 por ciento de los electores hispanos dijo que la reforma migratoria es el tema que los políticos deberían tratar, el 34 por ciento se decantó por la economía o la creación de empleo, mientras que el 21 % mencionó la educación y el 17 % la sanidad.
A pesar de los datos que vaticinan los sondeos, la gran incógnita en la jornada electoral de este martes sigue siendo en qué medida van a participar los votantes latinos en un duelo que definirá quién controlará el Senado federal y el color de importantes gobernaciones como Florida y Colorado.
Encuestas realizadas en las semanas previas por el centro hispano Pew apuntan que la frustración por la falta de una reforma migratoria puede provocar una abstención todavía mayor entre los hispanos, que tampoco ven una opción esperanzadora en el partido republicano, mucho más reacio al fenómeno migratorio.
El Partido Demócrata aspira a mantener la escasa ventaja de 55-45 en la Cámara alta y el apoyo de la comunidad latina, que se ha ido desvaneciendo pese a su fiel y amplio respaldo en los comicios de 2008 y 2012 a Obama.
La popularidad del mandatario estadounidense ya se desplomó entre los latinos en septiembre, cuando pospuso para después de estas elecciones su promesa de poner en marcha medidas ejecutivas para aliviar la situación de los inmigrantes ante el obstruccionismo de los republicanos en el Congreso.
Obama, quien había prometido en su campaña una reforma migratoria para sacar de las sombras a por lo menos 11 millones de indocumentados, ha pasado ahora a ser llamado el «Deportador en Jefe» por el récord de al menos 2,3 millones de inmigrantes deportados durante su mandato.